El talentoso lanzador cartagenero, Julio Teherán, no pudo encontrar su mejor versión en el montículo cuando los Cerveceros de Milwaukee se enfrentaron a los Mets de Nueva York en las Grandes Ligas. El resultado fue una derrota contundente de 4-0 para su equipo, dejando a Teherán con un sabor amargo en la boca.
Durante cinco entradas completas, conocido como el «Caballo de Olaya Herrera», luchó arduamente, pero desafortunadamente permitió que sus lanzamientos fueran destrozados, siendo víctima de tres impresionantes jonrones por parte de los bateadores rivales. A pesar de lograr ponchar a un bateador, Teherán no pudo contener el poderío de Brandon Nimmo, quien lo castigó dos veces, y de Francisco Lindor, quien también se sumó a la fiesta de cuadrangulares. Estos impactantes batazos privaron al colombiano de sumar otra victoria a su destacada trayectoria en las Grandes Ligas.
En los primeros tres innings, Teherán parecía imbatible, pero en el cuarto y quinto inning, todo cambió drásticamente. Los tres largos batazos hicieron que el lanzador abandonara el juego, sintiendo la frustración de no poder contribuir al éxito de su equipo en esta ocasión.
A pesar de esta difícil derrota, no podemos olvidar el magnífico desempeño que Teherán ha tenido desde su regreso a las Grandes Ligas. Ha superado todas las expectativas y ha mostrado un talento excepcional con Milwaukee. Sin embargo, en el béisbol, incluso los mejores lanzadores tienen días difíciles, y este fue uno de ellos para el colombiano.
La derrota de los Cerveceros por un marcador de 7-2 no puede atribuirse únicamente a Teherán. El buen trabajo del equipo rival y la falta de rendimiento ofensivo de sus compañeros también jugaron un papel importante en el resultado final.
Julio Teherán tomará un merecido descanso en los próximos días, pero se espera que regrese al ruedo con más determinación que nunca. Estamos seguros de que volverá a mostrar su finura en el montículo y demostrará por qué es considerado uno de los lanzadores más destacados de su generación.